¿Y por que dura tan poco? En la actualidad, y como en prácticamente todas las urbes del mundo, se asocia el tiempo de tres (3) segundos, como un estándar en la programación del color ámbar no intermitente, entendiéndose este estado, dentro de la secuencia que un semáforo de regulación para vehículos a motor, carruajes o bicicletas, en su estado de paso permitido por la intersección, mediante color verde, inicia el tránsito hacia la prohibición de dicho movimiento, color rojo. Como tal, no existe normativa legal vinculante conocida, sobre la temporización de dicho color en una regulación semafórica. Las instrucciones que pudieran existir sobre este tipo de actuaciones, son recomendaciones sin carácter vinculante, en su mayoría correspondiente a la década de los 60 o 70 y derivada de estudios norteamericanos urbanísticos. Estas fueron las primeras fuentes que mostraban una preocupación por el tiempo de ámbar no intermitente para la transición del color verde al rojo. Estos estudios establecieron la necesidad de ajustar el tiempo de ámbar no intermitente, para ofrecer la posibilidad al conductor de detener el vehículo antes de la línea de detención o permitirle el paso por la intersección libremente, sin interferir en los siguientes movimientos de paso por la misma. Se debe recordar que, a diferencia de los sistemas de programación del viejo continente, el uso de un tiempo de despeje de la intersección o todo rojo, no es una característica común en los sistemas de regulación norteamericanos de la época, esto implica que el último segundo de ámbar de un semáforo es consecutivo al primer segundo de verde del semáforo con movimiento no compatible, de ahí la importancia del tiempo establecido para el ámbar no intermitente. En resumen, se estableció que el tiempo de ámbar no intermitente se calculaba de acuerdo con la velocidad del vehículo y las características de la vía que transitaba. En la variante europea, y ante el posible desconcierto que supone para un conductor la percepción de diferentes tiempos de ámbar no intermitente, se normalizó a la actual duración de tres (3) segundos. El razonamiento de esta duración es el siguiente:
Por último y como aclaración presente o futura y en referencia a lo establecido por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, sobre una demanda presentada por un conductor, asistido por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y que según las noticias en prensa, vinculo su fallo con un informe presentado por la Dirección General de Tráfico al respecto, se expone que: Sobre el comentario textual de dicho informe donde se señala que no es posible dar una regla general para todos los semáforos, pero que fases de verde, ámbar y rojo inferiores a 35 segundos o superiores a 150 segundos son de difícil compresión, se ratifica dicho comentario como uno de los parámetros genéricos para el trabajo de regulación, pero que dicha regla o recomendación, se corresponde con el ciclo (sumatoria de todos los movimientos programados para un cruce) o si se prefiere para la suma de verde, ámbar y rojo de un semáforo de vehículos o verde, verde intermitente y rojo de un semáforo de peatones. Si quieres más información sigue este enlace
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AuthorDesde 1995, estoy profesionalmente involucrado en la Gestión del Tráfico. He convivido con dos generaciones de Ingenieros de Tráfico y he vivido en primera persona la evolución, en el entorno urbano, de la idea conceptual, a la moda ideológica. Plasmó aqui algunas y sus resultados. Archives
Marzo 2023
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