El mundo del motor fue la gran revolución de los tiempos modernos. Ir más rápido se convirtio en el modo de vida de muchos de aquellos jóvenes.
Ellos se convirtieron en los domadores de aquellos caballos de hierro, muchas veces a costa de su vida. Su legado nunca se olvidará. |
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En los 80, el mundo, sin dragones que quemasen aldeas, sin brujas que hechizasen corazones, se sobresalto ante los bramidos, que entre las más altas montañas, surgían de sus gargantas. Truenos, bufidos... todo el valle se llenaba con el poderoso bramido de su poder.
Había llegado el grupo B. Durante años, su música de tono rotundo se convirtio en el símbolo del metal en su más pura esencia. Pero la raza, la pura raza, siempre se cobra un alto tributo. La sangre llama a la sangre y ellos no fuerón menos. Como no podían domarlos, fueron proscritos... y se convirtierón en leyenda. Comenzó la oscuridad y nada volverá a brotar del viejo valle. El bestiario del motor perdío su alma. |
Todo escultor menciona que una escultura es tan buena como el material que la forma.
Hombres y mujeres se codearón con estas bestias. Danzar con la potencia es un don, y ellos fueron afortunados por poseerlo. Donde no existía margen de error, volarón entre piedras y árboles, entre tierra y nieve, sabiendo que el siguiente metro... podría no llegar. La fuerza, el espiritu de lucha, su sacrificio, a los lomos de estos caballos de metal, debe ser venerado por el resto. |
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